Hoy, Día Nacional del Intestino Irritable, me gustaría hablar de esta patología unas veces un tanto olvidada, otras un poco menospreciada, y mal llamada (incluso entre algunos sanitarios) “cajón de sastre”.
¿Existe entonces? ¿o es solo eso, un cajón de sastre?
Si, existe.
Si bien es cierto que su diagnóstico puede ser complejo, ya que no existe una prueba específica para el mismo. Además, en ocasiones los profesionales no realizan las pruebas adecuadas para descartar otras patologías digestivas con síntomas similares. O se limitan a decir que es Síndrome de intestino irritable (SII), sin haberte hecho ninguna prueba.
Pero…entonces, ¿Qué es el síndrome de intestino irritable (SII)?
Se trata de un trastorno funcional digestivo que consiste en una alteración del eje intestino-cerebro, no se debe por tanto a una causa orgánica.
Como su nombre indica se trata de un síndrome (porque se trata de una serie de síntomas digestivos).
Para su diagnóstico se usan los criterios de ROMA IV:
Es imprescindible que haya dolor abdominal al menos 1 día a la semana. Y debe acompañarse de 2 o más de las siguientes características:
1. Relacionado con la defecación
2. Relacionado con la frecuencia en las deposiciones
3. Relacionado con un cambio en la consistencia de las deposiciones (usando la
escala de Bristol).
Estos criterios deben cumplirse durante los últimos 3 meses, y los síntomas deben haber comenzado como mínimo 6 meses antes del diagnóstico.
Otros síntomas relacionados pueden ser: gases, ruidos intestinales, distensión, hinchzón, o urgencia fecal, entre otros. Y síntomas extradigestivos: cansancio, dolores musculares, síndrome de fatiga crónica, migraña o dolor pélvico crónico entre otros.
Dado que no hay una prueba específica que lo diagnostique, se recomienda previo a su diagnóstico haber descartado otras patologías que comparten alguns de los síntomas y pueden dar lugar a confusión, tales como: SIBO, malabsorción de lactosa, fructosa, sorbitol, infección por parásitos, alguna otra patología intestinal como las enfermedades inflamatorias intestinales (colitis y chron…).
Hay 3 tipos de SII, aunque hoy no entraremos en detalle en cada uno de ellos:
SII-E -> tendente al estreñimiento
SII-D-> tendente a la diarrea
SII Mixto-> incluye fases de estreñimiento y de diarrea.
Tratamiento
Implica diferentes áreas: ejercicio, estrés, descanso, alimentacion...
Hoy nos centraremos en el tratamiento nutricional.
Uno de los tratamientos nutricionales que ha mostrado mayor efectividad en los últimos años, es el de la dieta baja en FODMAP (por sus siglas en inglés: fermentable, oligosaccharides, disaccharides, monosaccharides and polyols), consiste en una dietoterapia en la cual se evitan los hidratos de carbono fermentables= fructooligosacáridos (oligosacáridos, monosacáridos, disacáridos).
Los FODMAP constituyen una serie de carbohidratos de cadena corta que son mal absorbidos en el intestino y pueden producir por su actividad osmótica y por la fermentación de las bacterias intestinales (exceso de producción de gas) síntomas como diarrea, distensión y/o dolor abdominal y meteorismo.
Se trata de una dieta restrictiva, sobre todo en su fase más inicial, por lo que NUNCA DEBE HACERSE SIN AYUDA DEL DIETISTA-NUTRICIONISTA (D-N) ESPECIALIZADO EN PATOLOGÍAS DIGESTIVAS. Y deberá evaluarse cada caso, ya que no se trata del único tratamiento efectivo. Puede probarse con recomendaciones de consumir alimentos menos grasos, reducir cafeína, y alimentos que produzcan menos flatulencias, así como más bajos en fibra soluble (según el tipo de SII).
Esta dieta consiste en varias fases.
Una inicial más restrictiva, en la cual solo se incluyen los alimentos más bajos en fodmaps (fructosa, lactosa, sorbitol, fructanos, galactanos….), y luego haríamos una reintroducción para ir identificando qué alimentos sientan bien y cuáles no.
Elaboramos así una lista personal de alimentos que le sientan bien a la persona, regular o mal, de cara a normalizar su alimentación lo máximo posible.
Como podéis ver es algo complejo, por lo que NUNCA DEBE HACERSE SIN AYUDA DEL DIETISTA-NUTRICIONISTA (D-N) ESPECIALIZADO EN PATOLOGÍAS DIGESTIVAS.
Estamos ante un tratamiento nutricional, y como tal, este es el profesional indicado para hacerlo.
Remarco la importancia de que esté especializado en patologías digestivas, porque en la carrera universitaria no te dan la formación suficiente para abordarlas. Debemos entender la nutrición como una disciplina de la salud compleja, con diferentes áreas y especializaciones. Al igual que un médico va especializándose en un área, igual nos sucede a nosotros. No podemos ser especialistas en todo. Podemos centrarnos en algunas áreas solo. En mi caso me he especializado en patologías digestivas (aun así aún no las trabajo todas, solo intestino irritable, RGE, intolerancias y colitis), nutrición deportiva, alimentación vegetariana y salud en la mujer. Pero no trabajo alimentación infantil en niños pequeños o bebés, ni nutrición para el cáncer.
Por ello pienso que es fundamental que el médico de cabecera derive primero al digestivo cuando una persona acude con síntomas como gases, cambio en la frecuencia y consistencia de las heces, dolor abdominal…y sospecha de alguna patología digestiva. Y a su vez, que el digestivo realice las pruebas pertinentes para hacer un buen diagnóstico y derivar a un D-N especializado en digestivas que pueda aplicar el correcto tratamiento nutricional.
No han sido pocas las personas que acuden a mi consulta o bien sin un diagnóstico específico o que simplemente le han dicho: “eso son los nervios” (cuando es algo multifactorial imagen 1 y 2), o “esto es para toda la vida, acostúmbrate”.
Poniéndoles encima esa losa lapidatoria, cuando no es así. Con el tratamiento nutricional adecuado y trabajando otras áreas que también pueden influir, la persona consigue una gran calidad de vida. Y aprende el manejo de la patología que es lo más importante.
Imagen 1
Imagen 2
¿Qué mejoras aporta el tratamiento?
Mejor calidad de vida
Aprender el manejo de la patología. Tanto en su día a día como cuando se presenta un brote.
Reducción o eliminación de síntomas durante grandes periodos de tiempo.
Normalizar las salidas a la calle. No olvidemos que muchas veces aparece urgencia fecal condicionando a la persona en muchas ocasiones. Incluso limitando sus salidas por miedo a no encontrar un lugar al que ir si se encuentra mal. Es por ello muy útil y fundamental tener el apoyo del profesional de la psicología.
Os dejo por aquí algunos testimonios de personas que han venido conmigo a consulta y han querido colaborar en este Día Mundial del Intestino Irritable, para visualizar que una mejor calidad de vida se puede:
Si te ha gustado, o conoces a alguien que pueda serle interesante, no dudes en compartir. Entre todos/as podemos ayudar a visibilizar el Síndrome de Intestino Irritable, y ayudar a más personas a mejorar su calidad de vida.
GRACIAS!
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