top of page
© Copyright- Por favor no copies mi trabajo, realizar el blog conlleva horas de búsqueda de información, clasificación, filtro, redacción. Si eres un buen profesional, y respeta el trabajo de los demás, elaborarás tus propios post. Si los que yo escribo te gustan. No los copies, compartelos. GRACIAS
Nuria Romero Dietista-Nutricionista

ALIMENTACIÓN INFANTIL (I)


En los anteriores post hemos ido analizando diferentes etapas de la vida: comenzando con el embarazo, siguiendo con la lactancia, y alimentación complementaria. Ahora vamos a hablar de algo muy importante: La alimentación en la infancia.

Vamos a analizar la situación actual, qué nos ha llevado a las crecientes tasas de obesidad, y la importancia de crear un hábito saludable desde la infancia. Ya en nuestra segunda parte ahondaremos en consejos y estrategias para mejorar y revertir esto, así como ideas para la vuelta al cole.

¿Cómo estamos y qué nos ha llevado a ello?

No cabe duda que todos los padres/madres buscan la mejor alimentación para sus hijos/as.

Están en época de crecimiento, y deben cubrir todas las necesidades energéticas y nutritivas para la edad.

El problema radica en que la industria alimentaria se hace eco de ello, y nos avasalla con sus mensajes del tipo: “rico en hierro…”, “contiene 12 vitaminas…” , “para crecer sanos y fuertes”…Alegan nutrientes o propiedades como si de una composición extraordinaria e imposible de lograr en otras fuentes, se tratase.

Además como podemos ver en el anterior ejemplo, o en este, compran a Sociedades médicas y de nutrición, para poder usar sus logos y poner: colabora con.... Esto confunde al consumidor y le hace pensar que va recomendado por esos organismos, y por tanto se trata de un producto saludable sin serlo.

Sus mensajes han calado tanto, que todos esos productos vacíos y poco saludables se han colado en el día a día de nuestras casas. Desde bebés ya vimos que comenzaban que si con los potitos y papillas industriales, mi primera galleta o mi primer yogur...(una serie de productos especiales dirigidos a los más pequeños, y que no son nada saludables)

Hemos normalizado que un niño tome galletas/cereales de desayuno, con su cola-cao, hasta tal punto que gran parte de la población desconoce que no son saludables. Lo más triste, es que incluso hay quien ve mejor una galleta ó "x" producto enfocado a los niños que un plátano. Y eso se debe a las grandes estrategias de marketing que comentaba.

Así, los niñ@s de hoy en día basan su alimentación en: pan, bollería, dejando desplazados alimentos más saludables y nutritivos como la verdura, fruta, huevos o las legumbre, tal y como muestra el estudio ANIBES.

(más información aquí)

Sin embargo, lo que no nos dicen en sus anuncios, es que estos productos van cargados de azúcar ó edulcorante, grasas de poca calidad y harinas refinadas. Y ya no es solo que sean productos francamente vacíos a nivel nutritivo. Es que realmente nos desplazan otros alimentos que SI que son saludables y necesarios para obtener los nutrientes para un crecimiento y vida saludable, como pueden ser: la verdura, la fruta, frutos secos naturales,legumbres, etc.

A esto hay que sumarle el impacto de esa publicidad en las elecciones de los peques.

“Los menores reciben 7.500 impactos al año de mensajes que les dicen que coman un producto que no es saludable, asociados además a emociones positivas, a regalos y obsequios, y que además aseguran que son más sanos cuando es al contrario”.

"El 82% de la publicidad dirigida a los pequeños, contiene mensajes de ese tipo, frente al 33% de los anuncios dirigidos a adultos".

"Se ha calculado que hasta un tercio de los niños con sobrepeso y obesidad no lo serían si no estuvieran expuestos a la publicidad alimentaria".

“Desde la industria se asegura que los consumidores eligen libremente lo que comen. Pero la evidencia científica asegura que es justo lo contrario: los individuos están sujetos a la influencia de poderosos factores ambientales ajenos a su control, como la distribución en masa, la disponibilidad, los precios baratos y la publicidad intensiva”

(podéis ampliar información en este artículo)

Y la situación no parece mejorar, sino ir a peor, como ya en 2016 publicaron científicos de la universidad de Granada.

Analysis of food advertising to children on Spanish television: probing exposure to television marketing Daniel Campos, Juan José Hernández-Torres, Ahmad Agil, Mariano Comino, Juan Carlos López, Victoria Macías, Cristina Campoy Arch Med Sci 4, August / 2016 (podéis ver un breve resumen en castellano aquí)

Este creciente consumo de lo que conocemos como productos ultraprocesados, ha llevado a un aumento de las tasas de obesidad infantil que parece no tener freno.

España es el 2º país a nivel europeo con más obesidad infantil

Prevalence of severe obesity among primary school children in 21 European countries

¿Qué nos ha llevado a esta situación?

Bajo mi punto de vista, hay muchos factores que influyen, no podemos tampoco achacar todo a la industria alimentaria. La obesidad es una patología crónica y multicausal como hemos hablado en otras ocasiones, pero destacaría 10 puntos clave que han llevado a esta situación,y por los que se podría empezar a trabajar:

1) Ritmos de vida acelerados, estrés, cansancio: tenemos poco tiempo, acabamos el día agotados, y el estrés es ya tan parte de nuestra vida, que ni lo detectamos hasta que ya no podemos más.

La industria lo sabe, por ello ha generado productos rápidos y cómodos: paquetito de galletas ya listo, el zumo…Y todo solucionado. Esto nos lleva al segundo punto.

2) Nos han generado la necesidad: he llegado a oir decir: “si no le doy oreo a mi niño para merendar, ¿qué le doy?” (aplicable a otros productos como cereales de desayuno, que van cargados de azúcares simples). Están tan integrados en nuestra rutina diaria, que si los quitamos nos vemos perdidos. La clave, es ir reduciéndolos gradualmente, y aprender alternativas. En la siguiente entrada veremos algunas ideas.

3) Atrofia del sentido del gusto: enlaza mucho con el punto anterior también. En cierto modo generan esa necesidad de tomar todo ultrasaborizado, ya que desde pequeños nos hemos acostumbrado a los productos de la industria con sabores muy dulces (ya sea por el azúcar ó edulcorantes), potenciadores del sabor, aromatizantes…de tal manera, que un producto natural, no nos gusta, nos gusta menos, o no le encontramos sabor. Esto deriva en: no me gusta la verdura, no me gusta el pescado…una limitación alimentaria brutal.

4) Políticas ineficientes, que siguen maniatadas por los lobbies de la alimentación. Reducir un 10% del azúcar de los productos, ayuda pero no soluciona. La industria siempre encuentra la triquiñuela como os enseño en consulta cuando vemos etiquetado.

Por ello deberían hacerse otro tipo de políticas, más enfocadas en la prevención, educación alimentaria (en Finlandia se hace desde hace años y ha sido muy efectivo), no fomentar la publicidad de productos insanos (Portugal ya ha empezado a trabajarlo, siguiendo las recomendaciones de la OMS, veremos cómo de efectivo es, ya que la industria siempre busca el truco), y mayores impuestos a las empresas y productos de alimentos poco saludables (no puede ser que cuesten menos 4 donuts que 1 plátano). La mala alimentación también es un problema socio-económico como han demostrado numerosos estudios, como el ANIBES.

5) Error de conceptos:

-Seguimos pensando que los niñ@s tienen que comer diferente, cuando deben comer como el resto de la familia (eso si, si el hábito no es saludable, lo ideal obviamente, es cambiarlo en todo el núcleo familiar).

-Otro concepto erróneo, es que los niños pueden comer cualquier cosa, ya que la "queman". Se siguen escuchando frases del tipo: “tengo galletas en casa por/para los niños”. A ver, pensemos un poco. Si no son saludables para mi, tampoco lo son para mis hijos/as. Me remito al inicio del post: todos/as los padres/madres buscan lo mejor para sus hijos/as. Llamadme rara, pero lo mejor entiendo será darles una alimentación saludable.

-Otra concepto con el que deberíamos acabar, es con el de asociar delgadez a salud, ya que no tiene por qué. Se puede estar delgado y no por ello saludable. Sin embargo, siguen oyéndose frases como: “él/ella está delgado/a se lo puede permitir”. Precisamente por esto, los niños/as que tienden a ser delgados comen incluso peor que aquellos que que tienen que mejorar su composición corporal.

6) Falta de educación nutricional a todos los niveles: casa, escuela, profesionales sanitarios en general (médicos, enfermer@s, farmaceútic@s....).

7) Falta de reconocimiento y visibilidad a la profesión del Dietista-Nutricionista, así como su accesibilidad. Por muy triste que me parezca, es una realidad. Los D-N somos de los sanitarios menos reconocidos. Ya no solo a nivel de población general, sino también por parte de otros profesionales, y a nivel legal.

Debería visualizarse más las funciones del D-N y cómo podemos ayudar en la prevención y tratamiento de patologías.

Debería incluirse el servicio de nutrición en atención primaria, y en hospitales. Se facilitaría así la accesibilidad a una mejora de la alimentación en todos los sectores poblacionales.

8) No sabemos canalizar ni gestionar nuestras emociones: no es nuestra culpa, nadie nos ha enseñado. Al revés, los anuncios juegan con las emociones para que consumamos sus productos, y en las películas/series nos bombardean con el mensaje de: "ignora tus emociones, no las trabajes, mejor tómate este helado de chocolate". Utilizan la comida como el bálsamo para todos nuestros problemas. Bueno, alimentación y alcohol, porque rara es la serie donde no se incite a utilizar el alcohol si se ha tenido un día duro, si se tienen problemas familiares, o si hay que festejar algo. No me extraña que tengamos el alcohol tan incluido en nuestras vidas.

9) No queremos asumir responsabilidades. Si, hasta ahora hemos ido recogiendo puntos que “culpabilizaban” diferentes aspectos externos a nosotros. Estamos de acuerdo en que la “culpa” es repartida, no solo del individuo. Pero, no podemos solo lanzar balones fuera, debemos asumir nuestra parte de responsabilidad como ya expliqué en este post. Para ello es importante tomar conciencia, y entender que el cambio de hábitos es un proceso, y tiene sus altibajos (os recuerdo el post en el que analizábamos las fases del cambio de hábitos).

10) Sedentarismo: es cierto que tenemos poco tiempo, y que nuestros trabajos no es que sean muy activos, pero por sedentarismo no me refiero a que salgas a correr todos los días 1h. Es que ni tan si quiera caminamos ó subimos las escaleras cuando vamos a los lugares. Incluye estos pequeños cambios en tu día a día y tu salud te lo agradecerá.

¿Por qué es importante mejorar la alimentación de los niñ@s?

Los niños/as son nuestros futuros adultos. Como hemos venido viendo, todo apunta a que cada generación se alimenta peor, por lo que las próximas generaciones no parece que vayan a hacerlo mejor.

RECORDAD QUE UN EJEMPLO VALE MÁS QUE MIL PALABRAS. Si yo no como sano, mis hijos tampoco.

Además el 80% de los niños obesos, serán adultos obesos.Y normalmente esta acarrea patologías (más riesgo de diabetes tipo 2, que si no se cuida se puede acabar en diálisis, higado graso que puede derivar en cáncer hepático y cirrosis, más riesgo de infarto, colesterol alto, hipertensión y un largo etc).

Hay que entender la importancia de que cuidar la alimentación desde pequeños, es para gozar de una vida adulta plena y saludable (tener calidad de vida).

Actualmente la tendencia es precisamente la contraria. No prevenimos, no establecemos habitos saludables en la infancia, y acabamos de adultos queriendo revertir un mal hábito que llevamos 40 años arrastrando.

Sería mucho más sencillo aprender ese hábito desde pequeños, y establecerlo para siempre.

Eso solo es posible si nos concienciamos, y comprendemos que comer saludable, no es para estar delgado sino para tener buena salud. Y que el profesional indicado para dar una buena educación nutricional, es el Dietista-Nutricionista.

Por suerte, cada vez hay más concienciación, y más gente acude a consulta porque busca una educación nutricional, y aprender a establecer un hábito saludable. Muchos de ellos lo hacen simplemente por tema educacional, para prevenir para futuro, o cerciorarse de que su alimentación en saludable, sin búsqueda en si de cambios a nivel físico.

No obstante, queda mucho camino por recorrer, ya que esta proporción de personas que acuden a consulta con un fin educacional, sigue siendo bastante inferior al de personas que acuden con el fin de adelgazar y ya.

Si no vamos revirtiendo esta situación, noticias como esta se corroborarán.

En el próximo post veremos soluciones, consejos para mejorar la alimentación de tus hijos/as sobrinos/as nietos/as, ¡e ideas para el cole! (si no quieres perdertelo puedes suscribirte a la newsletter o seguirme en redes sociales: facebook, e instagram).

Y si te ha gustado esta entrada, no dudes en compartirla.

SI QUIERES MEJORAR LA SALUD DE TU ENTORNO (familia y amigos), AYÚDAME, HAZ LLEGAR EL MENSAJE A MÁS GENTE. ENTRE TODOS/AS SUMAMOS.

POR UN MUNDO MÁS SALUDABLE.


Entradas recientes

Ver todo
bottom of page